Este ejercicio es poderoso porque ayuda a los participantes a descubrir la verdad de oro de la tutoría de primera mano:

  • La tutoría es acerca de la conexión.
  • Su mentor favorito puede desafiarlo, animarlo o ayudarle a través de una situación difícil.
  • Lo que inmediatamente pensamos son sus características, pero su base es una auténtica conexión con alguien que confía.

Estas conexiones son fundamentales para el éxito de los programas de tutoría

Los discípulos con una fuerte conexión con sus mentores están más predispuestos a usar esa relación para impulsar su desarrollo, así mismo se sienten más cómodos para buscarlos en situaciones ambiguas o desafiantes. Confían en la orientación que reciben y son más propensos a mostrar vulnerabilidad en la relación para crecer.

Si los pupilos son capaces de aprovechar una relación de tutoría con el mentor, entonces tienden a realizar en sus puestos de trabajo lo que está aprendiendo, el aplicarlo es el primer paso hacia un mayor rendimiento. Cuanto más suceda van a lograr los mejores resultados de su programa de tutoría.

Como practicantes y líderes de programas de tutoría, se tiene la carga de crear proyectos que fomenten estas conexiones.

Los programas exitosos de mentoría se basan en las experiencias positivas y en las conexiones auténticas en los participantes.

Esto es diferente del entrenamiento tradicional en el aula, donde en el peor de los casos, los estudiantes pueden no ser aficionados al facilitador y obtengan nuevas habilidades y conocimientos.

5 pasos del modelo de conexión

Los profesionales deben enfocarse en cómo crear la mejor experiencia posible para que los participantes puedan hacer conexiones potenciadoras a largo plazo.

El enfoque de diseño debe tener en cuenta los diversos aspectos para que los programas de mentor sean únicos en el espacio de desarrollo del talento, así como la necesidad de apoyar la conexión.

El modelo ha sido creado para guiar a los profesionales del desarrollo del talento a través de un programa de mentores.

5 pasos a seguir:

1. Alinear el programa con un propósito organizacional mensurable.

2. Diseñar experiencias a través de decisiones guiadas y específicas para los estudiantes y mentores.

3. Diseñar el inicio o incorporación de los participantes.

4. Medir la eficacia del programa a través de métodos frecuentes y variados para anticipar las necesidades de los participantes.

5. Crear un plan completo para apoyar las habilidades del mentor y las necesidades del estudiante.